La ruptura de miradas lineales y simplistas de la realidad es una tarea cotidiana para comprender los procesos psíquicos, interrelacionales y contextuales. El pensamiento complejo invita a reconocer diferentes entramados que simultáneamente se ponen en juego en las trayectorias vitales. Desde la posición psicoterapéutica, se realizan recortes de esa realidad compleja, sin dejar de tenerla en cuenta en sincronía.
Las perspectivas sistémicas enriquecen los acompañamientos, ampliando el campo de observación, análisis e intervención. La cosmovisión sistémica involucra a las personas en los procesos de cambio, las compromete a reflexionar sobre diferentes dimensiones y contextos que forman parte de los motivos de consulta.
Se propone desde allí incluir a las familias, principalmente a referentes responsables de las crianzas de las infancias, adolescencias y juventudes. Además, se reconoce a cada niña, niño o joven como protagonista de sus propias experiencias, vivencias y sus derechos, así como las responsabilidades del mundo adulto para garantizarlos y habilitar propuestas emancipadoras y saludables.
Pensar una psicoterapia entramada
A lo largo de la diplomatura se hará foco en algunas tramas que cobran protagonismo en las trayectorias vitales para integrarlas a los procesos terapéuticos:
- Las tramas familiares son protagonistas no solo en las crianzas sino a lo largo de la vida, desplegando múltiples configuraciones y estilos relacionales.
- Tramas como las escolares y comunitarias tienen también lugar preponderante en los aprendizajes y el desarrollo, por lo que resulta imprescindible incluirlas para que formen parte activa de los procesos, y/o para ser consideradas a la hora de comprenderlos. Incluso considerar las formas de comunicación, la información que se comparte, los informes que se entregan.
- Las violencias que dañan las subjetividades, los vínculos y la salud mental, son tristemente recurrentes en la sociedad actual y surgen con frecuencia en las instancias psicoterapéuticas. Su identificación y acompañamiento tienen que hacerse efectivos, a fin de evitar la naturalización de las mismas.
- Las expresiones de las sexualidades cobran en ocasiones un lugar de pregunta, inquietud o malestar para algunas personas, familias o instituciones. Su abordaje es necesario para garantizar derechos, propiciar espacios de autoconocimiento, aceptación, reconocimiento y respeto.
- Las discapacidades también suelen ser motivos de consulta y llevan consigo una serie de prejuicios, miedos, estereotipos y barreras sociales que han sido tenidas en cuenta en esta formación de posgrado.
Infancias, adolescencias y juventudes
El abordaje psicoterapéutico de las infancias, adolescencias y juventudes como sujetos de derechos suma a la propuesta la dimensión de pluralidad. Se propone deconstruir la idea de (una) infancia/adolescencia/juventud como una categoría homogénea, reconociendo la multiplicidad de factores que constituyen a cada sujeto, sus formas de expresión, de relación, de percepción del mundo, etc. La multiplicidad invita entonces al encuentro con la diversidad y la singularidad al mismo tiempo.
En el ámbito psicoterapéutico tanto público como privado, el abordaje que se propone, involucra el constructo de la emancipación, como línea que atiende a las narrativas que resguardan las prácticas liberadas de opresiones de modo que la persona asuma y ejerza soberanía sobre su propia vida. Al mismo tiempo, generando nuevos modos de relación intergeneracional, en las que infancias, adolescencias y juventudes sean protagonistas de sus propios recorridos vitales y de aquellos que se comparten colectivamente.