Un 11 de mayo la Asamblea del año XIII sancionó como tal a la marcha patriótica y fue interpretada por primera vez el 14 de mayo de 1813 en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson, quien entonó sus estrofas.
Esta obra se creó consustancialmente con el imaginario político de la Ilustración impulsado por los valores de la Revolución francesa de 1789 que proclamaba la consigna de “igualdad, libertad y fraternidad”.
Sin lugar a dudas es uno de los símbolos patrios más importantes que tenemos los argentinos y debemos brindarle el respeto adecuado cada vez que se nos presenta la oportunidad de entonarlo.
Cabe señalar que en su primera versión duraba 20 minutos. En 1860 la música del Himno Nacional fue mejorada por Juan Pedro Esnaola, quien enriqueció la orquestación y la armonía. En el año 1900, un decreto del presidente Julio Argentino Roca dispuso que sólo se cantaran la primera y la última cuarteta y el coro de la Canción Nacional.
Podemos mencionar algunos detalles que debemos tener en cuenta al entonar nuestro Himno Nacional. La postura correcta del cuerpo es mantener los brazos y manos en posición de rigidez. Los brazos deben ir hacia abajo delante del cuerpo y siempre la mano derecha debe estar sobre la mano izquierda. Nunca deben estar de brazos cruzados.