Alumnos UM por el mundo

4 enero, 2021
Alumnos UM por el mundo
Carolina Musri, actualmente recibida de médica en la Facultad de Ciencias Médicas, nos cuenta su experiencia de intercambio como estudiante en España e Inglaterra.

¿En qué lugar y Universidad realizaste tu movilidad y por cuánto tiempo?

Mediante el Departamento de Relaciones Internacionales de la UM, tuve la oportunidad de realizar la movilidad en dos instancias de dos meses de duración cada una durante el sexto año de la carrera de medicina. Vale aclarar que medicina son seis años y que durante el último año de la carrera – el internado – rotamos por las especialidades principales en los hospitales. Es por ello que el primer intercambio lo realicé en la especialidad de Clínica Médica en el Hospital Ruiz de Alda del Complejo Hospitalario Universitario de Granada por medio de la Universidad del mismo nombre en España. El segundo fue en la especialidad de Ginecología y Obstetricia en University College London Hospital en Inglaterra.

¿Qué carrera estás cursando en la Universidad y en qué año te encuentras?

Hace unos meses me he graduado de la Facultad de Ciencias Médicas y actualmente estoy a la espera del título de médica.

¿Cómo y por qué decidiste aventurarte en esta experiencia?

A lo largo de mi vida he vivido en varios países por el trabajo de mi padre y el hecho de poder viajar nuevamente – ahora vinculado con mi carrera profesional – me llamaba muchísimo la atención. Fue gracias al Departamento de Relaciones Internacionales de la UM que supe de la existencia de una beca para realizar intercambios internacionales. Bajo el inestimable asesoramiento y apoyo de Ruth Leiton apliqué a la beca y posteriormente fui notificada de mi aceptación. Una vez en Granada, realizando la primera movilidad, decidí repetir la experiencia y apliqué al programa ofrecido por University College London en su hospital. En este caso la aplicación fue más compleja porque solicitaban nivel de inglés certificado por exámenes y traducciones de varios documentos como carnet de vacunación, serologías, analítico de la facultad; entre otros. Mas allá de toda la documentación solicitada y del tiempo invertido, se me fue asignado un puesto en la rotación que deseaba.

¿Cuáles fueron los aspectos que más te llamaron la atención durante tu estadía?

En términos del ámbito profesional, manejan un sistema computarizado de historias clínicas, pedidos de laboratorio e imágenes junto con sus resultados, las interconsultas, las hojas de enfermería y demás documentación. Tienen al alcance tecnologías e instalaciones que cumplen con altos estándares internacionales de calidad y recursos de diagnóstico y terapéutica disponibles en cada sector y a cualquier hora. Particularmente en Londres, mediante el National Health Service (NHS), la atención pública brindada es prácticamente similar a lo estipulado en los libros: los protocolos de actuación, las guías diagnósticas y terapéuticas, el orden en la toma de decisiones, en definitiva, todo lo que se hace es en base a la medicina basada en evidencia y según las últimas tendencias mundiales.
Fue de altísimo valor poder presenciar una forma diferente de ejercer la medicina ya que genera mayor experiencia respecto a diversas maneras de llegar al mismo fin.

¿Qué diferencias notas en la visión y la enseñanza de tu carrera comparadas con la que se encuentra en la Argentina?

Respecto a la visión y enseñanza de la carrera de medicina, encontré en el sistema inglés mayor cantidad de diferencias con el argentino que el español. En el sistema inglés, por ejemplo, los estudiantes de medicina practican en simuladores y maniquíes previo al contacto con el paciente, disminuyendo el índice de error y fomentando la autoconfianza del futuro médico. Los estudiantes de quinto año, antes de cursar la materia Ginecología y Obstetricia, tienen un día entero de capacitación práctica en donde se les enseña en los simuladores el examen físico ginecológico, mamario, del embarazo, especuloscopía, toma de PAP y demás. Uno se siente más contenido como estudiante a la hora de poner en práctica determinadas maniobras, como así también se aseguran ciertas destrezas antes de tratar con el paciente directamente.

Algo que llamó mi atención es que también se les enseña a comunicarse con el paciente, como explicarle los procedimientos a realizar, la forma de educarlos en relación a su padecimiento, el tono de voz, como responder sus dudas; entre otros. En síntesis, el hecho de preparar y capacitar a los estudiantes en la esfera del manejo técnico y de trato comunicativo con el paciente, significa trabajar en un pilar fundamental para la educación de cada futuro médico.

¿Socialmente, cuáles fueron los beneficios de realizar movilidad?

En el ámbito social se crea experiencia tanto dentro como fuera del área académica. Uno aprende a ubicarse en una ciudad nueva, a relacionarse con la gente del lugar, se pone en práctica nuestra capacidad de adaptación al nuevo medio, uno se abre socialmente a conocer gente, ayuda a potenciar la tolerancia a formas de pensar, vivir y opinar distintas, pero sobre todo, te brinda una oportunidad única de crecer como persona en todos los aspectos.

En base a las prácticas profesionales otro de los grandes beneficios son los contactos que se crean: las amistades con colegas de tu misma edad, ocasiones de conocer a grandes especialistas locales y a más profesionales del ámbito. Es sin duda una manera de socializar con personas que comparten el mismo interés profesional, pero con un trasfondo cultural distinto al propio, del cual siempre se puede aprender.

¿Cómo te enteraste de la oferta de convenios que tiene la UM con instituciones extranjeras?

Hace unos años hubo en el aula magna de la Facultad de Ciencias de la Salud una feria de universidades internacionales. Fue allí donde me enteré de la existencia del Departamento de Relaciones Internacionales de la UM.

¿Qué valor tiene para vos que una universidad le de esta posibilidad a sus estudiantes?

Tiene un valor sumamente importante para el crecimiento y desarrollo del estudiante que la universidad lo incentive, motive y apoye en sus propuestas y voluntad de querer perfeccionarse como profesional en el exterior. La posibilidad de viajar en el ámbito académico es una experiencia verdaderamente fructífera y positiva que se facilita cuando la universidad te brinda ofertas de convenios con otras universidades, becas, opciones de alojamiento y contactos. Es un proceso arduo que conlleva mucha paciencia y perseverancia, pero vale la pena cada segundo de tu tiempo invertido en ello.

¿Recomendarías a otros estudiantes de la UM que realicen movilidad?

¡Es una experiencia 100% recomendable! Poder conocer ciudades mágicas como Londres y Granada al mismo tiempo que aprendía y profundizaba mis conocimientos médicos en hospitales locales, ha sido una vivencia incomparable. Todo el equipo del Departamento de Relaciones Internacionales está dotado de grandes profesionales que te acompañan en cada etapa del proceso. Ruth Leiton, Paula Vázquez Viera y Jerónimo Formica son verdaderamente admirables con su trabajo y dedicación hacia los estudiantes.

Como estudiante ¿cuál fue el mayor aprendizaje recibido durante la experiencia?

Realizar un intercambio como estudiante te abre la mente a diferentes posibilidades, te brinda opciones de mejoramiento y de autocrítica, promueve tu capacidad de resolver problemas, de adaptarte en territorio desconocido y de generar mayor autoconfianza. Muchas veces cuando te ves envuelto en lo cotidiano, en la rutina y en lo conocido de todos los días, estas capacidades no alcanzan su máximo potencial y es necesario salir de esa “zona de confort”, aventurarte en lo desconocido y en lo que te da miedo para descubrir todo de lo que sos capaz y no lo sabías. Te permite ver lo mismo, pero desde una óptica o perspectiva diferente. Como aprendizaje, en síntesis, estoy convencida que arriesgarse a intentar puede convertirse en una gran experiencia universitaria que va mucho más allá de lo meramente social. Es, en definitiva, un paso adelante en tu crecimiento personal y profesional.