En su tesis final de la carrera de Diseño de Indumentaria, Paula Bonadé (23) y Josefina Retamales (22) elaboraron un proyecto innovador que fue presentado ayer en el hospital pediátrico.
Por Cecilia Corradetti – Diario Los Andes
Aunque todavía no rindieron el proyecto de su tesis final en la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil de la Universidad de Mendoza, Paula Bonadé y Josefina Retamales, de 23 y 22 años, respectivamente, ya se sacaron un 10 en una materia llamada “Humanidad”, esa que no se aprende en ningún establecimiento del mundo.
Fue ayer, a primera hora de la mañana, cuando dieron el primer paso en la sala 2 del hospital Humberto Notti al donar 30 batas con coloridas figuras infantiles de superhéroes con el fin de eliminar estigmas y motivar a los pequeños con cáncer a la hora de enfrentarse al quirófano.
El proyecto de Paula y Josefina, que se hicieron muy buenas compañeras de estudio, es mucho más integral que el haber diseñado batas de distintos talles con figuras sublimadas y perfectamente aptas para lavar, esterilizar y planchar.
La iniciativa contempla, en primera instancia, un emotivo cuento cuyos protagonistas, Thiago y Juana, se “teletransportan” a otra galaxia mientras sus padres los esperan con alegría.
“Fue un trabajo que nos llevó dos años y que hoy presentamos con mucha felicidad porque, al menos esta primera parte, la cumplimos con éxito, que fue presentar nuestro cuento con las ilustraciones. La idea es que se les lea a los niños antes de colocarles la bata”, explicó Paula, quien se metió de lleno en el mundo de la oncología infantil cuando su primo Thiago fue diagnosticado con leucemia en 2019.
“Thiago es mi primo y Juana es su hermana y fue su compañera durante el doloroso proceso que vivió la familia, por eso tomamos sus nombres para esa iniciativa. Aprendí mucho de todo lo que pasaba en un hospital cuando estuvo enfermo y tenemos agradecer a Florencia, su mamá -mi tía- que fue una gran colaboradora para que pudiéramos armar todo esto”, relató la joven.
Entre las muchas tareas que conllevó este proyecto, como investigar la indumentaria en los distintos hospitales, incluso fuera de Mendoza, las estudiantes se acercaron al Notti y comprobaron que las batas de los niños eran “frías”, poco amigables y sin detalles de color que sirvieran para mermar la angustia que genera desprenderse de sus padres e ingresar a una intervención.
“Eran blancas, con la inscripción del talle y de la sala correspondiente. Por eso decidimos poner manos a la obra”, agregó Josefina, para señalar que, en general, los sentimientos de los niños al recibir la prenda es de negación, temor y estrés.
Por eso lo primero que hicieron fue elaborar un cuento denominado “Una aventura al espacio”, que relata la historia de dos valientes hermanitos que vivieron una aventura espacial, aprendiendo sobre la amistad y la confianza en sí mismos, siempre recordando que, aunque el espacio sea infinito, el amor y la seguridad de su hogar siempre los esperarán al regresar.
Las batas diseñadas por estas futuras profesionales tienen estampas con imágenes de los mismos superhéroes que aparecen en el cuento. Algunas, en forma de caricaturas y todas de hermosos colores.
La indumentaria en cuestión, según señalaron, debe ser lavable y, por supuesto, reutilizable mientras que el sublimado debe soportar el planchado y el lavado especial que requiere la ropa de hospital.
En ese sentido, las chicas mencionaron la invalorable colaboración de los sectores de Lavandería y Ropería del Notti, que incluso les cedieron batas para ser intervenidas. También se refirieron a la permanente guía y ayuda de la doctora Mariana García, entre otros profesionales, quien transcurre muchas horas en el sector oncológico y orientó a las estudiantes en cada paso.
El acto de ayer contó con la presencia de pacientes y del personal médico y de enfermería. “En todo momento hubo muy buena predisposición y nos abrieron las puertas desde el minuto uno. Incluso leímos el cuento y pudimos ver las caritas de emoción de los niños”, dijo Josefina.
Paula vive en Luján de Cuyo y asegura que la creatividad es “clave” en la vida. Por eso se decidió a estudiar esta carrera, que le apasionó desde el primer día en que pisó la facultad.
Josefina vive en Maipú, va tachando los días para recibirse en marzo y asegura que no existe en todo el país un modelo de batas infantiles como el que ellas diseñaron.
“Hoy pudimos presentar esta propuesta gracias a un montón de gente pero con la idea genuinamente nuestra. Más adelante tal vez vayamos por más, es decir, diseñar batas para el personal y presentar este modelo de negocio para otras clínicas u hospitales que se sientan interesados en incorporarlo”, coincidieron en señalar.
Paula confesó, finalmente, que su primo Thiago hoy tiene 7 años y muy pronto tocará la campana en el Notti en señal del alta médica. Mientras tanto, dijo, crece sano y feliz.
“UNA AVENTURA AL ESPACIO”
El cuento que antecede ese momento tan crítico que debe vivir todo niño cuando está por ingresar al quirófano, dice así:
“Había una vez, en un rincón mágico, Thiago y Juana, dos hermanitos llenos de energía y curiosidad. Una noche, descubren un pequeño astronauta en la caja de recuerdos de sus padres y así comienzan una aventura asombrosa… Ansiosos por jugar con el astronauta, los niños construyen una nave espacial de almohadones, pero, sorprendentemente, se quedan dormidos”.
“Al despertar, los niños se sorprendieron al descubrir que estaban en una nave espacial real. Exploraron cada rincón con alegría. La nave era única, con toboganes, trajes de superhéroes, princesas, una cancha de fútbol y una máquina de helados infinita, ¡todo hecha de golosinas!”.