Mas allá de las estimaciones de cantidad de infectados, sus distribuciones geográficas y los costos que generan a los sistemas de salud, no se debe olvidar que frente a cada diagnóstico hay una persona, un ser humano con realidades e ilusiones que tiene todo el derecho de recibir los aportes que las ciencias biomédicas y las políticas sanitarias puedan proveerle.
En este contexto es fundamental trabajar en la sensibilización sobre la enfermedad. Esto mejorara las tasas de tratamiento y curación precoces, mientras se conduce a la interrupción de su transmisión. La problemática de la enfermedad de Chagas nos involucra a todos como sociedad.
¿Qué es la enfermedad de Chagas?
Es una enfermedad causada por un parásito llamado Trypanosoma cruzi. Se distribuye en todo el territorio nacional, y necesita para alcanzar a las personas de la intervención de un insecto que se alimenta de sangre, hematófago, conocido como la vinchuca, también de amplia distribución, incluidas las zonas urbanas. Además de esta vía de inoculación, hay otras formas de adquirir la enfermedad, siendo la más frecuente por transmisión materno infantil (siendo en la actualidad el principal mecanismo de transmisión en nuestro país).
Clínicamente la enfermedad pasa por una fase aguda, generalmente asintomática o con manifestaciones evidentes, pero poco frecuentes. Con el tiempo evoluciona a una forma crónica que puede transcurrir sin presentar síntomas aproximadamente en un 70 % de los casos, o producir alteraciones cardiovasculares poco manifiestas como arritmias cardíacas, y más raramente alteraciones en el aparato digestivo. Se estima que 3 de cada 10 personas con Chagas pueden tener complicaciones de tipo cardiovasculares y/o digestivas.
Las formas agudas siempre deben recibir tratamiento antiparasitario, independientemente de la edad del paciente afectado. Cuanto más temprano en la vida se administre el tratamiento más eficaz será. En las formas crónicas hay cada vez más escenarios donde la recomendación de tratamiento es más fuerte, tal como ocurre con las mujeres en edad fértil.
La transmisión vertical (materno infantil) es en la actualidad el principal mecanismo de transmisión en nuestro país. Se puede prevenir mediante el tratamiento de las mujeres en edad fértil. Establecer un diagnóstico y tratamiento oportuno en el niño implica su curación, por lo que debemos redoblar los esfuerzos para que todos los niños de la región estén libres de la enfermedad.
El tratamiento antiparasitario en mujeres que se encuentran en edad fértil tiene un gran impacto epidemiológico, ya que disminuye sustancialmente la posibilidad de transmisión vertical en caso de embarazo. Toda mujer en edad fértil con enfermedad de Chagas debe consultar a su médico para evaluar la posibilidad de tratamiento antiparasitario.
Todo niño y adolescente con enfermedad de Chagas debe ser tratado. El tratamiento antiparasitario se considera una indicación absoluta en esta población, ya que la posibilidad de curación puede alcanzar el 100% de los casos.
Este texto ha sido redactado en base a la comunicación emitida por la Sociedad Argentina de Infectología SADI en el Día Nacional por una Argentina sin Chagas 2023: