Compartimos la nota publicada por Diario UNO, la cual muestra la historia de vida de nuestra egresada en Bioingeniería Julieta Carricondo, postulada a este galardón. Entrá y votá por ella para que acumule más chances de ganar.
Por Paola Aléale.paola@grupoamerica.com.ar
A pesar de sus problemas de salud, Julieta Carricondo ha logrado este reconocimiento laboral, en un rubro en el que predominan los varones.
La fibrosis quística es una enfermedad genética que provoca que los fluidos del cuerpo sean más espesos. Si bien afecta a todos los órganos, los más comprometidos son los pulmones. Esto porque al no poder expulsar el moco, por su viscosidad, este se queda adentro de la cavidad pulmonar y se convierte en un caldo de cultivo de infecciones. Así sucede, hasta que los pulmones quedan totalmente afectados.
Así explica Julieta Carricondo Robino (26) la dolencia que le fue diagnosticada a los 11 años y que tiene que ver con sus elecciones de vida actuales.
Será por el desafío que ha representado para si misma superar sus problemas de salud al mismo tiempo que desarrollar sus múltiples intereses, estudiar y destacarse por su labor como bioingeniera, es que no siente igual que las demás personas las dificultades de la vida, las ve más bien como pruebas a superar.
Se la ve positiva, llena de vida y proyectos, que uno de sus mejores amigos creyó que la historia de Julieta, tanto personal como laboral, merecía un reconocimiento internacional.
Fue entonces que la nominó para los Globant Women Awards, una distinción internacional para mujeres en tecnología. El próximo mes se sabrá quienes son las personas seleccionadas, y ella tiene muchas esperanzas en integrar esa selección.
Una vida condensada
En 26 años, Julieta ha cumplido más metas y se ha interesado en más temas que otras personas en muchos más tiempo de vida.
Por empezar, se recibió de bioingeniera a los 23 años, a una edad en la que muchos jóvenes no tienen demasiado claros sus intereses.
Actualmente, estudia una maestría, y viene trabajando en análisis de datos desde 2016. Pero también se ha interesado en la biotecnología, enfocada en la transición ambiental mundial. Obtuvo una beca internacional para estudiar e investigar en la Universidad de Granada, España, y participó como conferencista en el IV Congreso Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, en Colombia.
Su búsqueda no se limita al trabajo y a la profesión: también hace deportes, escribe cuentos y toca la guitarra. Entre sus actividades, se ocupa de difundir y concientizar sobre su enfermedad, para que cada vez más gente la conozca y para estimular en diagnóstico temprano, que es una de las claves para mejorar la calidad y extender la esperanza de vida.
«Quizás la fibrosis quística pueda haber influido en la elección de mi carrera, porque la biotecnología puede mejorar la estadía de los pacientes en los hospitales. De hecho yo he pasado mucho tiempo internada, aunque soy muy rigurosa con mi tratamiento y actualmente, si tengo que llevar adelante una internación, trato de que sea domiciliaria» explicó.
Buscar el aprendizaje
No lo niega: su historia ha tenido pasajes complicados.
A nadie le gusta vivir haciendo tratamientos, muchos médicos me decían, Julieta, tenés que hacer una vida normal. La verdad que los fibroquísticos no hacemos una vida normal. Pero esto también me ha traído beneficios.
Y en este aprendizaje que significa buscar lo positivo de lo negativo, destaca «el estar abajo, me hizo conocer cosas y personas lindas, que estando bien, no las hubiera conocido». entre esas personas, menciona a la gente que padece fibrosis quística y que se comunican a través de un grupo de WhatsApp.
Para nosotros, vivir la pandemia fue profundizar lo que siempre hacemos: usar barbijo, lavarnos frecuentemente las manos, para prevenir infecciones, lo vivimos como algo habitual
En esto de buscar las oportunidades que se abren paso en medio de las dificultades, Julieta ubica parte de su trabajo.
Mucha gente piensa que dentro de un periodo de tiempo no tan largo, la inteligencia artificial va a reemplazar a las personas. Yo que trabajo en esto, puedo afirmar que no va a ser así.
Lo que ella afirma, es que hay que apuntar a democratizar este conocimiento.
«Donde la inteligencia artificial haga pie, puede traer grandes beneficios al ser humano, para que el tiempo que pierde en cosas que pueda hacer una máquina, se puede invertir en potenciar sus capacidades».
Un trabajo sin género
Consultada acerca de la distinción para la que fue nominada, y específicamente al género en su ambiente de trabajo, Julieta manifestó que, si bien estadísticamente son menos las mujeres que se interesan en este tipo de profesiones, nunca ha tenido un problema o un trato diferencial por ser mujer.
En nuestro trabajo a nadie le importa a qué colectivo de género pertenecés, he trabajo con varones, mujeres, personas queer. Realmente nadie pone el valor eso, están realmente concentrados en resolver problemas relacionados con lo laboral, que en fijarse en esto.
Para saber más sobre Julieta y votar su postulación, se puede hacer click aquí.
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